ESPACIO DE ARMONIA

BIENVENIDO!!! AQUI TE MOSTRAMOS NUESTRA LINEA DE PENSAMIENTO BASADO EN LA CONSTANTE BUSQUEDA DE LA ARMONIA EN NUESTRA VIDA. ESCUCHA... ES TIEMPO DE DARSE TIEMPO... LAS TENSIONES, LAS INSATISFACCIONES, LA ANSIEDAD, ATRAEN MAS DE LO MISMO. ES NECESARIO RECONOCER LO QUE NOS PASA, ESCUCHARNOS, Y MEJORAR NUESTRA CALIDAD DE VIDA PARA PODER SEGUIR NUESTRO CAMINO HACIA LA ARMONIA, SER FELICES Y COMPARTIRLO CON LOS DEMAS IRRADIANDO LUZ, PAZ, AMOR,CADA VEZ MAS Y MAS...



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miércoles, 24 de marzo de 2010

EQUINOCCIO de OTOÑO

EQUINOCCIO DE OTOÑO 20 de Marzo de 2010




Mucho se habla acerca de los equinoccios, de los solsticios y los antecedentes y datos más antiguos hablan inclusive desde los inicios de la humanidad.
Lo que hacen los equinoccios (igual día, igual noche)
dentro de las experiencias de vida de los seres humanos es posibilitarnos la preparación para los solsticios, que son otros dos
momentos del año asociados al movimiento del sol.
Los solsticios dan origen al invierno y al verano que tiene
más diferencias de horas del dia y la noche,
más noche en el invierno más día en el verano.
El equinoccio de otoño relacionado con el movimiento del Sol,
es el momento en que el pasa de un hemisferio al otro,
cruzando la línea del Ecuador desde el hemisferio Sur al Norte.
Antiguamente la humanidad vivía más en contacto con lo natural
y estaba regida por estos ciclos naturales en todo su actuar
y se respetaba con ritos de gratitud y bondad por la generosa
vida que pasaba cada ser humano.
En la actualidad esta más cerca de la materia rutinaria
que la vida de la gratitud divina y espiritual,
es decir la vida más artificial e inconsciente.
Sin embargo, consciente o no, el organismo se rige siempre por estos ciclos naturales, pues su actuar influye igual
en las constelaciones visibles e invisibles del ser humano,
y todos los seres vivos, internamente enfrentan
todo este proceso en forma positiva u negativa,
dependiendo de los estado de evolución de cada ser.
Si nuestra mente externa e interna no va acorde a ello,
se produce un mayor gasto de energía, una tensión y cansancio prematuros y a su vez las enfermedades
se acrecientan en la mayoría de los casos.
El otoño representa el fin de un ciclo comenzado el año anterior.
Es el cierre del ciclo pero a su vez marca la apertura,
el comienzo del nuevo año.
Pensemos en el Verano: luz sol brillo calor voluptuosidad, nos invita a estar en el mundo externo, hacia fuera.
Cuando termina el verano obviamente viene el invierno
que nos llevará hacia adentro.
Con el otoño iniciamos el movimiento externo que se retrae para cambiar la dirección externa hacia la interna.
En estos próximos 3 meses, es prepararnos física mental emocional y espiritualmente para el invierno para
reflexionar guardar, preparar conservar.
La flora hace un cambio de vestuario y todo se prepara para transformarse. La energía del Sol comienza a decaer y con ello cambian los colores del verde brilloso, al naranja amarillo dorado. Las hojas se caen. Las plantas dejan el follaje que no podrán mantener y los animales acopian alimentos para superar la incertidumbre del invierno. Los rayos solares se van debilitando, eso da origen a la concentración de la energía, llega el sentimiento de recoger, de guardar, algunos lo viven como perdida.
La luz va declinando y el aire comienza a enfriarse. Ahora como vivimos un mundo moderno que es superactivo, donde predominan las acciones hacia fuera, toda propuesta del otoño puede ser interpretada psicológicamente como un momento desagradable, surgen resistencias y con ellas el desgano, la falta de motivación, la apatía.
El otoño puede traer cierta desacomodacion en las personas y se manifiesta con la máxima resistencia a llegar a casa,
a entrar al mundo interno. Ese permanente accionar externo de nuestras obligaciones de estar siempre para fuera tiene consecuencias que son entre otros el estrés por ejemplo. Es importante entonces, que podamos comprender el ritmo, lo activo y lo pasivo, es decir del movimiento hacia fuera y hacia dentro.
Esta es la cualidad de los equinoccios
aprender a administrar lo interno y lo externo. Cuando más aprendamos de ellos, tendremos mejor salud física, emocional, mental y espiritual.
La enfermedad es sinónimo de desequilibrio y
mucho de ello está en poder aceptar que siempre después
de lo externo existe un interno
y que eso no tiene que presentarse como desgano o apatía.
Lo interno también puede ser muy activo es decir,
que se hace dentro (dentro de casa o de la oficina
o de nuestro lugar de actividades y no fuera)
El otoño nos invita a la meditación, en cuanto a estar,
a mirarnos hacia adentro.
Hay gente que se perturba con esto,
pues cuando llega ese momento en el que no te queda mas opción
que quedarte a solas contigo mismo
descubres que ese encuentro puede ser hermoso o terrible.
El otoño pide creatividad interna que será
complementada por la sensibilidad del mundo de adentro.
Estas dos cosas juntas traen gran potencia energética,
que se acumula durante todo el invierno para que podamos dentro de seis meses volver a hacer el giro de dirección e ir hacia a la Primavera/Verano, a lo máximo de externo.
Entonces nos preparamos para iniciar el equinoccio de otoño concretando la transformación, desprendiendo de lo que ya no necesitamos seguir sosteniendo para que tengamos nuestro tiempo de reposo y luego florecer y así concretar un nuevo ciclo de la naturaleza de nuestra vida. Busquemos también y elijamos a los seres que nos acompañarán en este proceso, colaborando con nuestra evolución personal y así contribuir con la evolución del planeta, con la nueva conciencia, la conciencia del Amor.
Siempre que lo necesites vuelve a tu centro y entra en el silencio de tu corazón y allí escucharas la mas bella melodía, tu Ser.
Recordemos nuestra Sabiduría Ancestral
para volver a nuestro Ser.


También podemos agregar que en otoño,

hay muchas celebraciones como la vendimia,
las cosechas de árboles y sus frutos,
el trigo, el maíz, arroz etc.
Entonces es de celebración de cosecha física
de bienes y servicios también.
Es la última etapa de la cosecha, comienza la recolección,
por lo que se agradece la abundancia y
la generosidad de la Tierra
se celebra su llegada, y se pide por la cosecha que vendrá.
Allí deberemos obtener el resultado de nuestro trabajo.
Estos resultados pueden ser muy buenos, buenos frutos y allí aprenderemos que el procedimiento empleado ha sido correcto.
Otros objetivos habrán sido logrados sólo parcialmente
o no tal como lo esperábamos.
Aprenderemos cómo corregir en el futuro nuestro trabajo.
Por último, habrá objetivos que no se consiguen.
También aquí aprenderemos. Sabremos que de ese modo,
como lo hemos hecho, no conseguimos lo esperado, y por tanto habrá que probar una nueva estrategia.
En esta época, entonces, procedemos a la evaluación de nuestros logros.Esta evaluación nos permitirá aprender cosas nuevas, procedimientos mejores, para formularnos
nuevos propósitos y corregir defectos.
Elegiremos los mejores frutos y de allí sacaremos
las mejores semillas para la futura siembra.
Análogamente un mes está sujeto a estos mismos cuatro procesos. Y también un día.
La noche equivale al invierno,
allí nos formulamos los objetivos para el día siguiente.
La madrugada equivale a la primavera.
Toda la naturaleza, y nosotros, estamos con el mayor impulso
para conseguir nuestros propósitos.
La mente y el cuerpo están más descansados.
Es el momento de planificar el día.
El mediodía es como el verano.
Momento de revisión y corrección de nuestro actuar.
El atardecer es como el otoño.
Al término de la jornada de trabajo debemos
evaluar lo obrado en el día y recordar nuestros actos.
Estudiar cómo podemos corregirlos en el futuro.
Tomamos alguna actividad recreativa para que en la noche,
equivalente al invierno, de acuerdo a la experiencia adquirida y a la evaluación, planifiquemos el día siguiente.
Irse a dormir con esta planificación,
causa además que el subconsciente acuda
en nuestra ayuda y nos entregue soluciones
para actuar con más eficiencia.
Es importante irse a dormir cuando ya se ha evaluado
y se ha descansado, para que el sueño no sea perturbador
pues caso contrario ese sueño perturbador será causa
de negatividad y estrés al día siguiente.
Estamos más fuertes intelectualmente, y el alma se prepara
para la gran transformación que vendrá.
Todo lo conquistado se transforma en fuerza potencial,
que alimenta el vientre del renacimiento personal,
así también la tierra toma todo lo que le damos
y lo transforma en nutrientes y alimento para su ser.
El equinoccio de otoño nos muestra
que todo termina para poder Re-Nacer.
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NAMASTE
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Informacion obtenida de los siguientes sitios y/o autores:
Isabella Di Carlo- autora de Valores que Curan. Ediciones Anahata
Notas de Luz - Santiago Rojas
Juan Angel Moliteni - Grupo Guiar Bahia Blanca
Centro Escuela Claridad www.escuelaclaridad.com.ar
Etc Magazine - Luis Buero
Sandra Lia Bonsaver
fenixterra.blogspot.com
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